Habremos alcanzado la utopía, cuando en la constitución diga esto:
Robo.- Puesto que aspiramos a formar una sociedad que comparte no sólo un territorio, sino un gran conjunto de intereses comunes entre los cuales, la constante es la conservación y permanencia de recursos materiales para el bienestar general, se considerará robo únicamente cuando la persona afectada sea despojada de un bien material que no pueda ser reemplazado de ningún modo. De este modo, no podemos igualar el hecho de que un hambriento tome sin consentimiento un pan de una panadería, a que se arrebate el pan a quien no tiene otro alimento. Bajo esta lógica, es el dueño de la panadería quien roba, al privar al hambriento de su única posibilidad.