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martes, 24 de septiembre de 2013

Diario de un loco, año 2000, 43 de abril. (entre el día y la noche).





Diario de un loco, año 2000, 43 de abril.
(entre el día y la noche)







Sinopsis


Ramón Suárez, un simple empleado, escucha voces e imagina que los perros pueden enviar mensajes por celular, pero su mayor locura ha sido enamorarse de la hija del jefe delegacional.




Abducción


1842, se aproxima el fin del mundo zarista. ¡Una locura! Una verdadera tomadura de pelo para la sociedad decimonónica. Rusia se encuentra en el esplendor de la cultura, la gente acude con tranquilidad al teatro y se ríe de si misma, por medio de la critica aguda que los ilustres autores de la época ofrecen en los escenarios de la metrópoli. En aquel entonces no había cine ni alfombras rojas, si se quería lucir en sociedad era necesario ir al teatro; acudir a la ópera de vez en cuando para demostrar el nivel de educación; escuchar a la sinfónica para mostrar cultura ante la sociedad. Todo esto era de una imperiosa necesidad, pues el reino estaba plagado de pobres diablos, sumidos en la miseria, que no tenían otra educación y otra cultura más que la de sus orígenes étnicos y sus tradiciones. ¡Qué asco!



A mediados del siglo XIX, Gogol provocaba en sus lectores fuertes interrogantes, por ejemplo: los críticos no podían precisar si el autor se estaba burlando de los locos, o de los nobles.
En aquel tiempo la censura era enemiga de los escritores; hoy, la libertad de expresión se ha vuelto aliada de la demagogia; una paradoja. El fin del mundo trae consigo el comienzo del mundo; la evolución falla y se genera espontáneamente, el universo cíclico. El apocalipsis es una fractura en el tiempo, un jardín de no espacio para apreciar la perfecta similitud entre el origen realista-divino y el destino modernista-utópico.
La ciencia, el progreso, el futuro, etc; son palabras que suenan tan atractivas a los demagogos, como a los locos.



Lobotomía


El contexto actual es el de un país en el que al poder, más que asociarsele con la nobleza y la ilustración, se le acusa de bárbaro, ignorante y pendejo. Un mundo contrario al de la Rusia decimonónica, al menos desde la percepción pública, pero que produce las mismas divisiones, carencias y privilegios.



Esta adaptación parte de la posibilidad de que nuestro mundo esté a punto de colapsar (toco madera) como lo hizo el zarismo; se construye a partir de la ridícula sugerencia de que nuestra realidad, libre y democrática, tenga alguna similitud con el absolutismo del siglo XIX. Esta es la adaptación de un loco que escucha voces que le hablan al oído; un simple empleado de un reino donde en lugar de nobleza, hay democracia; en lugar de amos, hay líderes de izquierda; hay telefonos inteligentes, derechos humanos, educación pública, etc.
Nuestro Peritos, nuestro siervo de outsourcing, se enamora, pero no de alguien inalcanzable como la hija de un rey, sino de la hija de un camarada, un demócrata: el jefe delegacional. ¿Será correspondido?



Diario de un loco” aborda el tema de la esquizofrenia, antes que la enfermedad fuera tipificada. Un logro muy valorado por la visión positivista y su sociedad evolucionada. ¡Qué alguien se adelantara de ese modo a su época! ¡Sin haber contado siquiera con un smartphone!



Pero la obra de Gogol no se centra en pretensiones científicas. El hilo conductor de su narrativa no tiene nada que ver con la locura. Se trata de un hombre humilde que ha recibido los beneficios de la ilustración: sabe leer y escribir, y trabaja para quienes le han hecho el favor de educarlo. Su fidelidad al amo está en la médula de los huesos, se considera a si mismo un noble; lee poesía y va al teatro, como un mico amaestrado. Un buen día, naturalmente, se enamora. Sólo que el mico ha perdido la dimensión de su cautiverio, se ha enamorado de la hija del amo. ¡Una verdadera locura! Y la locura, tal como lo explica Michel Foucault (¡Vaya, otro adelanto!), es una amenaza al orden. El humilde empleado ha traspasado todos los límites; ¡qué más da si sólo ha traspasado uno! Se le sentenciara a la exclusión, al aislamiento y a sufrir la vergüenza de su irracionalidad, frente el público.



Electrochoques


Las adaptaciones tradicionales del cuento, suelen presentar, al inicio, un personaje arrogante y seguro; mismo que, a medida que avanza la obra, será completamente degradado, quedando, al final, desmoralizado, vencido por sus propios actos. Como una lección de extremismo moral.



Por el contrario, en la presente adaptación se iniciará con un personaje de carácter sencillo: un indigente, loco, pero simpático; un neurótico cuyas explosiones de arrogancia sólo vendrán en momentos de crisis. Conforme la representación avanza, el indigente irá recuperando un poco de dignidad, al ir arreglando su peinado y aspecto general, con ropa limpia y elegante. Todo esto sin romper el significado original del cuento, pues la lógica del texto y los matices que este produce en la vos del actor, se conservan. Esta contradicción no estorba a la comprensión del drama, ya que su naturaleza narrativa ilustra en todo momento el mundo imaginado por el loco, mientras que las acciones físicas, ejecutadas frente a la vista de los espectadores, en contrasentido con la linealidad de la historia, se vuelven ilusiones ópticas, producto de la razón. La fuerza del texto y la interpretación literal del mismo, contra el movimiento físico de las acciones humanas, puestas a un mismo tiempo, sin posibilidad de separación, crean la necesidad en el público de utilizar una herramienta exclusiva de los filósofos: la desmembración de la percepción. La necesidad de abrir un paréntesis entre lo que la realidad nos arroja y lo que tomamos como cierto.



Al final de la historia, luego de los electrochoques y el chantaje melodramático, Nikolai Gogol nos invita una reflexión: “¿Sabe usted que el rey de Argel tiene una berruga bajo la nariz?”. Nos pone esta última frase y da por terminado el cuento, sugiriendo acaso que los reyes también pueden ser objeto de burlas, porque su sangre es roja y “no le va a salir una nariz de oro. La tiene de carne y hueso, igual que yo y el resto de los mortales”. Por fortuna para esta adaptación, el actual líder político con mayor convocatoria popular, tiene una verruga junto a la nariz.




No recuerdo la fecha ni el mes. El diablo sabrá que mes era.”

viernes, 30 de agosto de 2013

Oaxaca frente a la historia de la educación.


Durante la invasión de los turcos al occidente europeo, dentro de la estrategia militar se tomó la decisión de crear una clase privilegiada entre los nativos ibéricos, para repartir la carga de la administración con los invasores. Esta clase dominante, extraída artificialmente del resto de la población, fue instruida en el idioma de los invasores de forma privilegiada, logrando con esta acción, la separación definitiva de individuos del mismo grupo étnico, en favor de la colonización. Este es el primer registro que se tiene de la educación pública.
Más tarde, durante los primeros destellos de la revolución industrial, aquella maravilla del progreso que desembocaría en la ilustración, sucedió un pequeño inconveniente. Las maquinas tejedoras de lana, apoyadas en la explotación y el monopolio, no podían competir con los precios de la seda hindú, fabricada artesanalmente en pequeñas granjas autónomas. Por fortuna para la evolución capitalista del hombre civilizado, confluyeron varios factores en ese periodo histórico: en Prusia se perfeccionaba el sistema educativo como forma de control y base ideológica del estado, la India estaba fragmentada por los intereses de brahmanes hambrientos de riquezas y las flotas de corsarios al servicio de gran bretaña se hallaban en su momento de esplendor. Una intervención conjunta entre las misiones religiosas y las fuerzas militares, creó con rapidez elites que manejaban una excelente ortografía inglesa y recitaban de memoria a Shakespeare, pero carecían por completo de todo conocimiento científico, técnico o acerca de la agricultura.
Este sólo es un par de ejemplos entre muchos, como la conquista de América, donde los universitarios gastan el tiempo en corregir la ortografia de la masa, pero no saben como responder al problema de la pobreza. Desde esta historia de la educación, invitó al lector a comparar las doctas propuestas con que Lomnitz se dirige al movimiento magisterial de la CNTE, y cuales son las respuestas de la chusma enardecida. El escrito original fue publicado en el periodico La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/2013/08/21/opinion/019a1pol) e incluye los comentarios de varios integrantes del movimiento magisterial, que la publicación en internet abre al público en general, he dejado también los comentarios del resto de participantes para un análisis más profundo.

Formas de la resistencia magisterial
Claudio Lomnitz
Escribo estas líneas desde la ciudad de Oaxaca, habiendo leído los periódicos del martes, acerca de los choques entre maestros de la sección 22 del sindicato de maestros (de Oaxaca) y la Policía Federal, delante del Congreso de la Unión. Mi tema de hoy no es el contenido de la reforma educativa y de las leyes secundarias que aprobó el Congreso el lunes, sino que se dirige únicamente a la forma de la resistencia magisterial. Divido mi opinión en cinco puntos.
1. La pobreza de la calidad educativa es un problema del país, y no sólo de los maestros. Importa comenzar reconociendo esto, porque las manifestaciones en curso tienden a exponer la falta de educación de los maestros, facilitando así que el resto de la sociedad vea sólo la paja en el ojo ajeno. Vale la pena comenzar recordando que quizá los maestros no sean mejores que el resto de la población, pero tampoco son tanto peores. Por ejemplo, el periódico La Razón publicó recientemente que los nuevos libros de texto gratuitos aparecieron con más de 80 errores de ortografía. Por otra parte, tenemos ya varios sexenios de conocer los hábitos de lectura de nuestros presidentes, y no hay ahí demasiado de qué ufanarse… Y los gustos del empresariado tampoco es que sean impecablemente exquisitos; recuerdo siempre al periodista Galo Gómez, que en paz descanse, que decía que el flamante edificio del periódico Reforma, en la ciudad de México, era un ejemplar magnífico de una arquitectura muy popular entre el empresariado regiomontano: el Durazo tardío...
Reconozcamos, entonces, que el problema de la educación es de la sociedad entera, y no únicamente del magisterio.
2. Sin embargo, los maestros no han aprendido aún a verse a sí mismos como líderes en el rubro de la educación. En vez, tienden a verse como síntoma o efecto de las malas políticas del Estado y de las carencias generales de la sociedad. Los grupos de maestros más combativos se enorgullecen, no sin razón, de ser luchadores –y vaya que lo han sido–, pero imaginan que su labor se debe dirigir primero a resistir las políticas del Estado, para que un buen día un nuevo Estado, un Estado bueno que vele por los verdaderos intereses del pueblo, los venga a redimir.
Hay ahí, me parece, una opinión exagerada del poder del Estado. Se trata de una deformación o ilusión que ha sido fomentada desde el propio Estado, que ha sido el principal responsable de reducir al magisterio a ser brazo de la integración nacional, antes que en ser un cuerpo comprometido a ultranza con la formación de conocimiento en los niños…
Si la sociedad toda tiene un problema educativo, el Estado también lo tiene. Por eso, el magisterio debe mirar a su alrededor y darse cuenta de una buena vez de que la sociedad y el Estado cuentan con ellos para ser los líderes en el tema de la educación. Los maestros tienen que asumirse como los encargados de la educación, y no como víctimas de la falta de educación del Estado. Si ellos no se preparan como líderes, nadie les va a conceder ese papel.
3. Reconocerse líderes implica separar la lucha por sus causas gremiales de su papel como educadores, y mantener siempre intacto el papel de educador. Los estudiantes deben ser siempre aliados de los maestros, y nunca sus rehenes. Los maestros no deben nunca sacrificar la educación de sus estudiantes a cambio de sus causas gremiales, por justas que éstas sean (y, frecuentemente, son justas). Las batallas de los maestros las tienen que ganar sus alumnos, y los padres de sus alumnos. Las tiene que ganar la sociedad.
Esto representa un problema político inmediato para los maestros, porque la estrategia que señalo tarda algunos años en comenzar a funcionar –los maestros se tienen que ganar el agradecimiento, el respeto, y aun el liderazgo en sus pueblos y colonias, y eso tarda, y significa que se pueden perder algunas luchas gremiales a corto plazo. Sin embargo, valdría la pena pensar en si vale la pena ganar luchas a costa de darle la puntilla a la imagen pública del magisterio. Eso difícilmente se recupera.
4. Los métodos de la lucha magisterial deben ser consonantes con la función educativa de los maestros: hay que luchar enseñando. Los maestros deben aprender a luchar con las armas propias de su profesión: dando ejemplo de educación, en vez de retratándose a sí mismos como víctimas de la falta de educación. Para esto habrá que idear formas de resistencia basadas en el respeto –dar un no absoluto a la violencia. No a portar palos. No a fracturar huesos de policías, aunque sea en defensa propia.
¿Existen formas de resistencia que se basen en educar a la sociedad? Desde luego que sí. Lo primero –que se ha hecho demasiado poco– es librar una batalla de inteligencia por la opinión pública. ¿Es mala la reforma educativa? Hay que explicar por qué, y hay que proponer alternativas mejores. Esto último importa, porque si se hace una lucha que mucho rechaza y poco propone, el magisterio será percibido como esencialmente conservador –y la educación es siempre progresista.
La lucha tendría que dirigir sus esfuerzos a las asociaciones de padres de familia, a la prensa, a los congresos locales y de la unión... Tendría que llevarle siempre la delantera a la SEP –ser los primeros en corregir sus errores, en proponer soluciones mejores y más justas. Que quede claro que los maestros son los primeros interesados en mejorar la educación en este país.
5. Por último, el magisterio debe evitar que su lucha se transforme en una impugnación abstracta del neoliberalismo. Los maestros de los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán alegan que la reforma educativa es contraria a los intereses de comunidades indígenas y que fomenta la competencia en lugar de la cooperación. Creo que tienen algo de razón. Pero el desarrollo de una alternativa, formulada desde el magisterio tiene que partir también del reconocimiento de que las comunidades del sur mandan un enorme contingente de población al norte –a Estados Unidos principalmente, y a la frontera norte. Ahí, importa, y mucho, que los jóvenes sepan leer y redactar, sumar y multiplicar, que sepan algo de historia y de geografía, etcétera. Es decir, que las medidas de la OCDE tienen también alguna relevancia en Guerrero y en Oaxaca. Ojo, tener relevancia no implica que su normatividad debe ser la única, ni la principal. Pero darle la espalda a la estandarización educativa tampoco va a funcionar.

Comentarios de los lectores de La Jornada:

Buen día
Genaro Guerrero Martínez
Esto me suena como "Si te abofetean..pon la otra mejilla". No importa que televisa manipule la información..tu sigue viendo telenovelas...ah. pero critícalas...

¡FACILITO!
josé zenil
Sentado cómodamente en un escritorio, es muy fácil hacer este tipo de análisis. Se critica al pequeño contingente de maestros que trata de detener las medidas en contra de la educación del pueblo y nada se dice de aquéllos que sumisamente han tolerado el sindicato charro y la improvisación y simulción de las autoridades educativas que tienen en condición lamentable la educación y de lo cual, quieren ahora culpar a los maestros."La lucha tendría que dirigir sus esfuerzos a las asociaciones de padres de familia, a la prensa, a los congresos locales y de la unión" Su consejo, suena bien, pero luchar contra el monstruo televisivo, educar a las asociaciones de padres ya controladas en cúpulas y contra los legisladores locales y federales, de carro completo del PRI en Hidalgo, sería tarea de gigantes... Y los profes no lo son.¿No sería más fácil aconsejarles que sigan el ejemplo de Cristo?

DE LA CNTE EN SI A LA CNTE PARA SI
Alfonso Serrano
Excelente trabajo de C.L. ofrece al magisterio una perspectiva proactiva de la lucha y sugiere muchas reflexiones. Está claro que los profes en lucha tiene la razón; sin embargo, ésta no basta ya que es obvio que perdieron la brújula y solo están actuando en forma defensiva y con eso se condenan al fracaso permanente (aun en el caso de triunfar)ya que siempre estarán a la zaga de los acontecimientos; siempre ariscos, esperando la próxima agresión de los charros o de las autoridades. Además, y muy importante, se están aislando cada vez más del contenido social de su trabajo para sumergirse en sus intereses gremiales inmediatitos.

el tal Claudio...
Simón
Pues.... ¿No será el tal Claudio asesor para asuntos del aggiornamento de la Iglesia católica?...porque con esa mbiguedad que parece que dice que sí, pero siempre no, lo único que queda claro es su disimulado cinismo al no reconocer que la responsabilidad social de la educación es mostrar justamente que es asunto estructural, integral, y que dar ejemplo de rebeldía y de lucha es su fundamento ético básico.

al reves
vevo
de acuerdo en los 3 primeros puntos, pero no en el 4: mas que luchar enseñando, creo que se debe Enseñar Luchando: a veces tendras que rifartela contra los policias y demas gorilas mandados por el "gobierno", a veces la lucha tendra que ser violenta, o dime: ¿quien ha ganado jamas una pelea sin meter las manos? pero a pesar de todo sigues siendo profe al fin, eso nadie nos lo podra quitar jamas.

parrafo 4to.
rosa margarita quintana
el parrafo 4 en el último punto se lleva a cabo hay congresos de educacion donde los maestros hacen propuestas tanto a nivel local como nacional PERO NUNCA SON TOMADAS EN CUENTA. el maestro frente a grupo sabe la realidad socioeconomica de cada alumno. los politicos estan comodamente en sus oficinas copiando propuestas de otros paises que no son acordes a nuestra realidad.

¡Un análisis muy lúcido!
jaime vera amaya
Me parece fundamental sobre todo la idea expresada de que el MAESTRO debe volver a ocupar su lugar de líder de las comunidades para que éstas hagan suya su lucha y eso solamente podrá lograrlo volviendo a interesarse por el NOSOTROS, se ha abstraido de los problemas comunales obsesionado solamente por preservar sus prebendas, olvidando que la verdadera fuerza se obtiene con el acompañamiento de TODOS.

Resistencia Magisterial
Gilberto López Bautista
En cuanto a rendimiento. ¿ cuál es la diferencia de rendimiento profesional entre los maestros en resistencia y los institucionales de la maestra Gordillo? ( que por cierto están quietecitos y calladitos ). sobre los 5 puntos de reflexión anteriores, sólo quiero decir que tierne más de bondad,ilusión y de buenos deseos. las luchas sociales se convierten en acciones prácticas cuando se vulnera lo más preciado del ser humano, como es el derecho al trabajo.La Ley del Servicio Profesional Docente legalmente degrada al ser humano; que en este caso es el MAESTRO. y de paso a la familia de cada uno de ellos. Qué contradicción señores: el maestro hablando de justicia social, de respeto a los derechos humanos con sus alumnos y el Estado Mexicano lo arrincona en el nivel de lumpeproletario. el maestro no puede esperar que del " cielo " le llegue la justicia; debe crearla, construirla y para eso debe luchar. La Independencia, La Reforma y la Revolución de 1910,son producto del abuso del poder.

Es usted muy tibio Claudio Lomnitz
Lázaro
Señor claudio Lomnitz dice usted que los maestros deben contra argumentar la contrarreforma educativa y deben: "... proponer alternativas mejores". Quiero recordarle que los maestros ya lo hicieron en sus foros educativos a los que convocaron y en los que participaron connotados investigadores de la educación como Hugo Aboites. Sin embargo, los maestros estan enardecidos porque en la aprobación de las leyes secundarias de educación ninguna de sus propuestas ha sido consideradas. El PRI gobierno y partidos paleros en toda su tradición salinista, ni los ve ni los escuchan. Estas expresiones violentas son consecuencia de un país donde no existe la democracia, donde a través de los medios masivos comerciales de comunicación solo se escucha la voz de los poderosos. A que sociedad se refiere usted? La sociedad burguesa va escuchar a los profesores disidentes. Esta usted equivocado. Le hago una pregunta ¿Por qué la educación oficial que imparte el Estado en ves de liberar al mexicano lo domes

Claudio Lomnitz es tibio
Lázaro
Continuo señor Lomnitz, pergunta era ¿Por qué la educación oficial en ves de liberar al mexicano lo domestica? Si las cosas siguen así estamos al borde del estallido social. En apariencia no pasa nada, pero tarde o temprano las cosas caen por su propio peso.

Comentario
Garrik
Mas que decir en que puntos estoy de acuerdo o no, me preocupa mucho los comentarios ofensivos que he leído. Para empezar, los invito a todos los lectores a que investiguen la carrera del Dr. Lomnitz para que sepan quién es la persona que está escribiendo. Segundo a que si van a comentar algo, ya sea a favor o en contra, sea con argumentos; el poner comentarios ofensivos sólo lleva a un círculo de ofensas. Saludos Dr. Lomnitz y solo le quiero decir es que estoy de acuerdo con usted y espero que algún día lo pueda conocer en persona.

se requiere accion, no solo retorica.
Morales Aymma
y que acaso el magisterio no ha dado muestras de ser propositivo haciendo foros, mesas de discusion y analisis y condensando los mismos en propuestas que han sido cinicamente ignoradas por los legisladores y gobierno?, siempre en aras de imponer su reducida vision mercantilista de la educacion y no la opinion, sentir y experiencias de quienes viven dida a dia la realidad en las aulas y la sociedad. Los profesores no pueden quedarse solo viendo como les imponen politicas regresivas y ellos en sus comunidades haciendo el esfuerzo de educar a niños provenientes de condiciones poco favorables para la educacion. El ejemplo a los gobernantes en nada les interesa, obedecen a otros lineamientos, los del capital.

viernes, 16 de agosto de 2013

Realismo y realidad.


La realidad cuenta con distintas harremientas de interpretación, desde el imaginario humano. Una de ellas es la razón. Pero la realidad no obedece a la razón ni a ninguna justificación argumentativa, pues la realidad se vale por si misma. Los instrumentos de interpretación de la razón son útiles a los seres humanos, especificamente, a las culturas. A través de sus instrumentos, las culturas se adueñan del mundo, lo moldean a su antojo y lo vuelven predecible, amistoso.
En el contexto de la expansión territorial y el imperialismo primigenio, la razón se volvió parte del armamento. La imposición de la propia cultura en los territorios dominados, constituyó el comienzo de la educación como aparato oficial y principal medio de propaganda. Como aún no existían las aulas ni el recurso de la separación de los hijos del seno familiar para su adoctrinamiento, la razón se impartió desde afuera. Asociada al plano religioso, y una vez que la conquista militar se había apaciguado, la cultura racional se hizo de sus propios instrumentos y les llamó artes. Pintura, música, literatura y teatro por igual; mostraban a los súbditos adquiridos tras la batalla, las consecuencias terribles que podía tener revelarse contra la voluntad de los dioses: la razón. Las artes impartían la doctrina de doctrinas por medio del ejemplo y el modelaje. El teatro era una disciplina de autor, cuyo privilegio estaba reservado a quienes alcanzaban el estatus de ciudadanos. Los autores pertenecían a la clase dominante y ellos mismos se encargaban de dirigir sus obras, dictando así sus propios pensamientos y visiones sobre la masa, por medio de estereotipos que se reproducían de cabeza en cabeza, en una conquista cuya violencia atacaba directamente a la psique.
Los carros de guerra y las catapultas se volvieron obsoletos, pero la guerra, junto con los instrumentos de la razón, se fueron perfeccionando a través del tiempo. Durante la ilustración, el occidente europeo proclamó la expansión de la cultura, pero omitió la palabra "nuestra". Hoy día, ya muy entrados en el modernismo, la razón ha cambiado la religión por el capital; La educación y la cultura pasaron de moda para ser sustituidos por la realidad y la verdad. Los noticieros, películas, academias y todo aparato de propaganda; interpretan la realidad conforme a los intereses de la razón, el público es incapaz de distinguir la diferencia. El teatro y la mayoría de las artes quedaron en desuso pues el modelaje quedó en manos de la academia, y la dirección se trasladó al terreno estratégico de la corporación. Sin embargo los creadores continúan fieles a la doctrina, impartiendo desde sus propias aulas el realismo y la verdad.

martes, 6 de agosto de 2013

Teatro demagógico.


A finales del siglo XIX y principios del del veinte, en diversas capitales del mundo occidental surgió, por generación espontánea, un teatro digno del hombre evolucionado. Llamados en algunas latitudes, teatro vivencial, teatro psicológico, teatro realista, etc; aparecieron en medio del furor ilustrado y las demagogias positivistas recién desenvueltas, múltiples manifestaciones escénicas, de distinta fachada, pero idénticas en esencia. Fue el siglo de los genios, procreadores de manifiestos y anuncios del futuro del hombre liberado por su hija predilecta: la máquina. Igual que las grandes bocinas propagandísticas de la época, tomó el monopolio de palabras como "verdad, realidad, verídico, auténtico", etc. Un teatro de director, donde la estructura piramidal de la producción industrial se reproduce, en un caldo de conflictos interpersonales, jerarquías, nepotismo y competencia voraz; que arrojan los materiales filosófico-teóricos de donde han de servirse los profesionales de la manipulación: cine, televisión, radio, etc. Del mismo modo en que una bolsa de papas fritas promete tener exclusivamente ingredientes naturales, los actores recitan interminables lecciones sobre la metafísica del realismo, para acabar memorizando los engranajes del texto, el matiz, el trazo y todo el paquete de ofertas istriónicas que se repiten de manera mecánica, función tras función. Así como un refresco de cola asegura ser dietético, el director extiende su capa protectora sobre conceptos sagrados de arte y cultura, promete defender a toda costa tales abstracciones, porque la academia lo ha vacunado contra toda expresión espontánea, vulgar o popular; y se mantiene al margen de las ideas masivas, alzándose por encima de la multitud carente de apoyos institucionales, como la representación encarnada del saber, al que no se le puede acercar el hombre común sino es a través de sus oráculos y enigmas escénicos, que con tanta inteligencia confunden al espectador.
El futuro nos depara un teatro cuya verdad sera más inflexible, cuyas directrices pasaran de lo autoritario a lo total. Ya no serán necesarias las herramientas del oficio arcaico, hechas para convencer; tendremos la incuestionable visión de lo cierto, del ARTE.

jueves, 25 de julio de 2013

IGNORANCIA.

Quien no ha sufrido hambre, ignora lo que es el hambre; quien no ha tocado el fuego, podrá ser prevenido, pero ignora la sensación de quemarse; quien no ha tenido necesidad de salir a la calle a buscar el sustento, junto con sus hijos, y dormir alguna vez en la banqueta; quien conoce las reglas generales, pero ignora las circunstancias particulares; quien critica; quien ofende; quien discrimina.
Quien cree que la ignorancia únicamente es la ausencia de academia, no sólo delata su estreches de conocimientos, sino que manifiesta su cínica apatía por aprender.

sábado, 29 de junio de 2013

La buena educación de los conquistados.


La ignorancia de la clase media en el subdesarrollo, se manifiesta continuamente en su insistencia por corregir cuestiones aparentemente irrelevantes como la ortografía, la historia o la cultura, en lugar de tratar de corregir cuestiones directamente relacionadas con la miseria de las comunidades a las que pertenecen. Para entender el fondo de esta conducta debemos revisar la historia de los países conquistados y su evolución en el contexto contemporáneo.
Ya desde la expansión del imperio persa, los militares mahometanos  establecieron el dictamen de la cultura como parte de la estrategia para someter a los pueblos conquistados, estableciendo la estructura piramidal dentro del orden social y formando un culto exagerado en torno al idioma del imperio. Muchos siglos más tarde, el expansionismo inglés retomó aquellas viejas prácticas, en la conquista de la India y el África. La base de la estrategia consistía en la creación artificial de una clase media (como las tradicionalmente establecidas en europa), que sirviera para lubricar la transformación de pueblos en resistencia a súbditos tributarios: una clase subvencionada para abandonar sus tradiciones en favor de los intereses invasores. Para conseguirlo, instauraban en el país sometido el instrumento de manipulación europeo por excelencia: la educación oficial obligatoria. El plan de estudios, que llegó a contar con algunos postgrados, daba por descontada la educación tecnológica y científica, concentrándose en las humanidades. De este modo, la pequeña elite prefabricada se hallaba completamente familiarizada con la lógica y el idioma de la ley a la que habrían de someterse y someter a su pueblo; desconocían los medios para combatir la pobreza de su propio pueblo, pero podían discutir, con perfecta lógica, la obra de shakespeare o la guerra del rey alfredo; ignoraban por completo la problemática de campesinos y marginados, pero eran capaces corregir su ortografía.

Los conquistadores españoles no pudieron contar con el desarrollo teórico inglés (pues existieron mucho antes que éste se documentara), pero habían aprendido las técnicas imperiales musulmanas de primera mano, mediante el propio sometimiento. El estilo misionero de colonización está impregnado de aquel pragmatismo, donde las salvajes danzas indígenas, ligadas a la astronomía y a la producción agrícolas, fueron sustituidas por bailables alusivos a la lucha entre moros y cristianos; los estilos de tarjetería española, perfeccionados por los indígenas del Anahuac para la elaboración de sus figuras de palma, son mencionados en cuentos populares y sobreviven junto a la pobreza de los artesanos. Sin duda el rasgo más importante de la labor católica en la conquista de américa, fue la decisión de tratar a los nativos como si fueran "menores de edad", cuyos efectos fueron los más duraderos en la historia de la conquista de los pueblos, después del propio dominio de las tierras católicas por parte de los árabes.

El avance del capitalismo fue posible gracias al previo establecimiento del imperialismo cultural. Hoy la industria localizada ha sido sustituida por la maquila, apoyada por el copyright y la patente. El costoso sistema educativo se vuelve obsoleto, pues las labores obreras ya no requieren de más de seis meses de entrenamiento, y los dispositivos inteligentes, junto con los videojuegos, son los materiales propedéuticos más eficaces. La estructura piramidal y la clase mediadora han perdido importancia y amenazan con desaparecer. La compulsiva obsesión por proteger el lenguaje y la escritura de los conquistadores, no es sino el pataleo de una especie en vías de extinción.

sábado, 8 de junio de 2013

El establishment cultural.



Aunque las instituciones culturales mexicanas cumplen su labor colonial de dotar de una renta a cierta élite, en el fondo funcionan igual que en Euripa y el resto del mundo. Su labor no es censurar ni dictar el contenido de manera directa. Igual que en la maquila y el outsourcing, las instituciones culturales enseñan al obrero a trabajar acorde con los mecanismos de producción capitalista. No es ningún error que sus oficinas y burócratas, obstruyan en lugar de ayudar a la difusión de las manifestaciones independientes, que construyan tales laberintos para la obtención de cualquier tipo de apoyo y que se manifiesten en todo momento como incapaces de enfrentar la totalidad de la demanda cultural y la necesidad de organización, difusión y subvención.
Así es, las instituciones culturales establecen el monopolio del concepto de arte y cultura para luego declarar su falta de recursos: su incompentencia. De este modo consiguen obstaculizar el desarrollo de las causas que enarbolan, estableciendo un dique entre lo que dicen promover (la cultura) y sus manifestaciones. La frustración que provocan tales circunstancias; el desencanto de los creadores que acuden a tales edificios en busca de la cultura monopolizada, o bien en busca del público monopolizado, o la difusión, o el simple derecho a usar la palabra arte dentro de su trabajo; el descontento y la contradicción, no son erores en el proceder de la institución; son su razón de existir.
Igual que la universidad encarga imposibles trabajos a sus pupilos, reduce la matricula de grado en grado y los moldea para que más tarde sean elemento productivos en el sistema de competencia; la frustración que producen las instituciones culturales no tarda en convertirse en conformismo. Los creadores, impulsados por el hambre y el deseo de reconocimiento, practican la autocensura y compiten entre si para entregar los contenidos más efectivos a la gerencia cultural. Casi no importa cual sea el contenido social que estas obras muestren al público subvencionado, lo importante es reforzar el aparato jerarquico y reafirmar la idea colonial de que la cultura no es un fenómeno espontaneo de las agrupaciones humanas, sino algo que se dicta desde arriba, de manera unilateral y no precisa de réplica.

miércoles, 5 de junio de 2013

El pensamiento no tiene cultura.



 Porque la cultura habla por el hocico del súper ego freudiano y a través del subwoofer de un home teatre. Las palabras son de la cultura como el pez del río. Todo lo interpretamos con ayuda de la cultura, esa dama de la caridad que reparte desinterés, ilustración y pretensiones intelectuales. Pero ¿existe alguien carente de cultura sobre el mundo nuestro?
Pienso, luego existo, y en el inter voy al súper.
Ser culto es poseer todas las comodidades ofertadas en el mercado de la evolución; retrato decimonónico con sombrero de copa y reloj de bolsillo. Pero ¿a que mostrarse aplaudiendo desde el palco privado al último estreno de la ópera, si se puede uno quedar en casa, abrazando la cocacola de tres litros y viendo la voz de las luminarias por televisión?
¿Sombrero de copa? ¿Por qué no usar la copa de sombrero?
Pienso que no existo. Sueño que estoy soñando y, al despertar, me despierto.
Hablar es repetir las palabras de la cultura. Votar por un partido político, odiar al enemigo, disfrutar de cierta posición sexual, etc. Incluso preservar la cultura es cultural, quiero decir redundante. Preservemos a las estrellas de su parpadeo, la forma de la arena junto a la playa, las rutas de las hormigas. Nada más odioso que una hormiga negándose a ser culturizada. Hemos de admitir que las hormigas son harto ignorantes, aunque todas unas damas de sociedad si se les compara con las cigarras. ¡Esas si que necesitan del subsidio cultural!
Pienso en lugar de simplemente comportarme a la altura, según las circunstancias, conforme a los lineamientos. Pienso y encuentro diez caminos paralelos, una bifurcación, un puente, un atajo. No cabe duda: el pensamiento no tiene cultura.

domingo, 26 de mayo de 2013

Cultura y dependencia económica.



Si bien es cierto que parte de la conquista de un pueblo depende de la predisposición que este presenta para ser conquistado (tribus sometidas a otras tribus, dioses y/o jerarquías; casos que se repiten en las conquistas de américa y áfrica), las consecuentes luchas independentistas y revolucionarias no son signo de la superación de esta condición por parte de los pueblos liberados. Las estructuras suplantadas por los conquistadores (dioses, tribus dominantes, antiguos roles jerárquicos) son interpretados torpemente por enviados diplomáticos que actúan con gran cantidad de defectos autoritarios, económicos, negligentes, etc; en fin, humanamente. La imagen del conquistador se torna de carne y hueso y termina por decepcionar al conquistado, quien se revela y se "independiza".
 El nuevo país "liberado", comienza su historia erigiendo un estado de tipo occidental, con pretensiones utópicas que se levantan sobre los pilares de la demagogia. Sus escuelas imparten las materias escogidas por la ilustración europea y sus universidades arrojan mano de obra al estilo de los países industrializados. En medio de todo este "florecimiento" aparece la palabra CULTURA, aquella que años antes fuera pisoteada y borrada con las suelas de los zapatos, regresa ahora con traje inglés y andar aristotélico (o aristocrático). Existe un margen de tiempo, un pequeño agujero negro, en medio de la relatividad diplomática, en el que la nueva nación tiene el chance de definir su lugar en el ajedrez global. Las industrias, que han patrocinado antes la conquista, esperan con paciencia, presionan contra las puertas y alardean sus sentencias liberales. Todavía hay por ahí algunos indios, escondidos entre las montañas. Toda vía queda algo de oro en las minas. Sobre todo, hay millones de brazos útiles para amasar capitales. Es necesario conducirlos, educarlos, ordenarlos, separarlos, limpiarlos, secarlos al sol, añejarlos, empaquetarlos, etc.
El pueblo conquistado arroja al invasor, pero se queda con la figura divina: LA CULTURA. Una cultura que borra del horizonte sus antiguos dioses, pero lo cubre con ilustraciones de libros en los que él, el conquistado, ha de condenarse a vivir el papel del ceniciento, del animalito domesticado, el muñequito que se cambia de ropita, come y caga de verdad.

martes, 2 de abril de 2013

¿Por qué la gente no va al teatro?




Cuando se pregunta, la primera respuesta es: "porque es muy caro". Es muy raro, casi imposible, que alguien responda: "porque no me gusta". Sin embargo las grandes productoras de teatro comercial, aquellas que venden los boletos más caros, no parecen estar pasando por una crisis financiera y, aunque sus estrategias de promoción son exageradamente costosas, funcionan tal y como son planeadas. Mientras que una masa de pequeñas agrupaciones independientes luchan por obtener, por medio de su producción artística, una migaja de la atención de aquel público. Pero, ¿no pasa lo mismo con el maíz y los frijoles? La mecánica del monopolio es familiar a todos, no hay nada por revelar. El estado utiliza la demagogia para estimular otro pequeño y frágil monopolio, favoreciendo a una élite de creadores y completa el círculo vicioso, donde nadie entiende lo que pasa. ¡¿Por qué la gente no va al teatro?! Surgen entonces los fantasmas de "la vacuna contra el teatro", atribuida al contubernio de maestros y coyotes, que obligan al alumnado a asistir a dos horas de aburrimiento, desde un peso por minuto. Si bien esta afirmación esta basada en hechos contundentes, el ánimo con que se enuncia está basado en el espíritu egoísta de la especulación: los creadores mantenidos por las arcas públicas, sienten que los coyotes invaden el terreno de su monopolio.
Deberíamos replantearnos la pregunta: ¿Por qué debe la gente ir al teatro? Según el principio pedagógico, el receptor aprende más de la persona, que de lo que ésta pretende enseñar. Así, un sujeto totalmente corrompido, podrá seguir al pié de la letra la guía de civismo, sin agregar comentario alguno, pero al final sus alumnos habrán aprendido más de su corrupción, que de la letra muerta. Del mismo modo, alumnos de la corporación de Elba Esther Gordillo, acuden a reforzar su malformación en costosas funciones del coyotaje o en presentaciones gratuitas de la mafia oficial-cultural, para prepararse a pagar, en la edad adulta, las elitistas entradas de la verdadera diversión: teatro comercial.
¿Por que la gente no acude a montajes artísticos de contenido complejo y profundo, donde es propicio el crecimiento intelectual o, al menos, la toma de consciencia?
Más pedagogía: el problema radica en una diferencia sutil entre empatía y simpatía.
La televisión (junto con los video juegos y las redes de ocio en internet) nos prepara desde niños para lo que hemos de ser afines y debemos considerar como formas de expresión propias. Es decir, nos inculca la cultura por medio de la educación, fin para la que nuestro aparato biológico funciona muy bien. Toda esta identificación, esta empatía, repercute luego en lo que hemos de consumir de adultos. Si de niños nos acostumbrados a ser tratados como idiotas, disminuidos intelectuales a los que sólo se les puede hablar desde la inmediatez de la agresión sexual, la xenofobia y el hedonismo; al cumplir los cuarenta querrán pagar 500 pesos por ver a los mascabrothers. La creencia de que el infante es agredido por la inteligencia tiene grandes alcances y simpatías; otros difusores de esta idea, aunque con mínima influencia, son las élites subvencionadas por las becas estatales. La censura es reguladora de lo que el niño debe o no debe ver, siguiendo siempre la lógica del discapacitado intelectual.
No se trata de llegar a otro extremo, impidiendo que los infantes disfruten del lenguaje del payaso o el teatro lúdico, sino de acrecentar su capacidad de simpatía: de aceptación por lo no conocido. Esto se logra llevándolo a presenciar todo genero de espectáculos, de toda profundidad y complejidad. Para este fin habremos de requerir un guía capaz de trasmitir lo que ocurre en los distintos escenarios, de traducir emociones e ideas con sencillez y entusiasmo. Tal empresa no requiere de instituciones vampirescas ni discursos progresistas; es labor de los padres, su responsabilidad a lo largo de toda la historia, de manera intransferible.

martes, 12 de marzo de 2013

Austeridad: la nueva utopia.



Durante el siglo XX, luego de superar la idea del postmodernismo, el pensamiento académico formuló la idea de "el fin de la historia", Con un estado utópico obsoleto por el abandono de las dos principales doctrinas, socialismo y liberalismo, impulsado por el periodo de deflación consecuente al final de la segunda guerra mundial. La visión era tan acertada que ganó gran aceptación y se esparció como pólvora, no bien había iniciado el siglo XI. La geopolítica reflejaba a cada momento, lo que los teóricos anunciaban semanas o días antes. Habían regresado el academicismo y su ilustre brillo.
Sin embargo la mente de los ilustres doctores, no podía estar libre del positivismo, que el la raíz de la utopías y también de la academia. Fue así que, actuando como conferencistas en un curso de auto superación, comenzaron a anunciar la oportunidad en medio de la crisis. Los más respetados catedráticos del mundo, confundidos por su propia demagogia, vieron el final de los viejos modelos utópicos, pero fueron ciegos al nuevo y totalitario régimen. Como si ellos fueran los únicos que vivían a expensas de los presupuestos de investigación universitaria, olvidaron al resto de la planta docente, en donde se gestaba, aun mismo tiempo, el nuevo plan global.
En cuanto comenzó la crisis, y antes, los torpes demagogos y su séquito de oportunistas, tenían ya la costumbre de respaldarse en la asesoría de los académicos (de algo tenía que valer el tenerlos mantenidos por tantos años). Como una explosión universal, conectada por la telepatía de tantos siglos de enajenación educativa, surgió de manera espontánea una misma idea en toda la superficie del globo: la AUSTERIDAD. El primer programa teórico práctico que llevaba por vez primera al campo de batalla, la combinación de todos los sistemas utópicos, reducidos a formulas productivas en el control de las masas. La austeridad cambió en un par de décadas, lo que las revoluciones habían tardado tres siglos en construir; cambió el rostro del mundo y el pensamiento de quienes lo habitan, como si hubiera sido algo esperado por toda la historia de la humanidad, en un horizonte digno de la imaginación de Hegel.
El problema con la austeridad es que, entre más avanza, más se destapa como un modelo totalitario. Gracias a nuestros buenos académicos de izquierda, este totalitarismo nos ha agarrado totalmente desprevenidos, sus políticas ya provocan reacciones violentas, pero estas no parecen intimidarlo ni hacerle cambiar el rumbo. ¿Por cuánto tiempo se extenderá el modelo? ¿Cuáles eran sus alcances? Algunas opiniones de hechura posterior al "final de la historia", se inclinan por la idea de que no estamos sino llegando al periodo clásico de la era moderna. En otra palabras: este es apenas el principio de un totalitarismo sin precedentes.

lunes, 4 de marzo de 2013

Usted no sabe nada: El poder y la cultura.

http://revistaconsideraciones.com/2013/03/01/no-hay-planes-hay-ocurrencias-sospechas-e-ilegalidades-en-la-secretaria-de-cultura-del-gdf/

¿Ya leyó usted el reportaje de la liga de arriba?
Por favor, leálo y luego continúe con mi opinión.

¿Encuentra usted algún error en esta forma de administrar la cultura? Perdone que se lo diga, pero usted no sabe nada. 

La educación y la cultura son aparatos del poder. La primera se relaciona directamente al trabajo, mientras que la segunda esta dirigida a las actitudes cívicas, a la actitud mansa del rebaño. Algo sorprendente en relación a estos aparatos es que, aunque educación y cultura tienen diversas connotaciones y utilidades muy diferentes, según los usos y costumbres de los pueblos del mundo, hoy día se rigen bajo la misma visión que ha impuesto el estado al rededor del globo.Ahora bien, ¿qué es lo que debería de promulgar un aparato cultural, hecho a la medida del control estatal? Una forma efectiva de mantener agachada a la masa, es la aceptación de distintos niveles económicos: el hecho divino de unas clases superiores a otras. Para conseguir sembrar esta visión en la imaginación del vulgo, desde la "cultura", se debe promover un gusto arbitrario. Por ejemplo, los europeos enseñando a los africanos a bailar, o bien, los europeos enseñando a escribir a los mayas. Estas acciones son violentas porque reducen la identidad y la cohesión grupal, despojando al sujeto de toda opción de supervivencia distinta a la que le oferta el poder.Entendamos pues que la designación de mujeres ocurrentes y petulantes; la falta de continuidad en los proyectos, el descuido, etc; son todas partes de una estrategia no escrita: la conquista.Uno de los grandes errores de los demócratas ha sido, es y será: el tratar de dialogar con el poder. El poder es fuerza avasalladora; no conoce dialogo porque no lo necesita. Cuando su energia se agota, se derrumba de forma llana y de nada le valen discursos de rendición. No le sucedera un sistema más justo, sino otro poder más oportuno y joven.

sábado, 23 de febrero de 2013

La obsolescencia del estado.




No hay en la actualidad una corriente dedicada al desarrollo del estado, al modelo mundial de convivencia y orden, supuestamente aceptado por las masas del mundo. Es cierto que existen algunos mercachifles tratando de colocar sus productos utópicos en la imaginación del electorado, pero las acciones concretas, aceptadas al unísono por los gobiernos del mundo, son más bien de retirada: recortes a las garantías individuales y, por consiguiente, al institucionalismo; gobiernos y candidaturas en un autoritarismo ascendente; planes de emergencia ocupan el lugar que antes ocupaban los planes de desarrollo; fronteras blindadas; y, sobre todo, la búsqueda desesperada de un modelo enriquecedor que nos saque del hoyo donde nos metió el actual.
El ascenso de la era industrial vino acompañada en todo momento de un aliado filosófico, a saber: el positivismo. Junto con los molinos de viento aparecieron los primeros atisbos liberalistas, aglutinaron a pobres y burgueses en torno a un proyecto. Más tarde, en una aparente división ideológica, surgieron varias filosofías políticas que se adaptaron a la parafernalia de las distintas etnias europeas, como laboratorio del control masivo, con rumbo a la instauración del estado moderno. El experimento dio frutos y las doctrinas capturaron a las masas del mundo a través del positivismo científico: la demagogia.
Los imperios antiguos, así como las monarquías oscurantistas y medievales, vinieron acompañados por religiones que las colocaban más allá de la finitud terrenal, colocándolos como una zanahoria suspendida en el horizonte. Esta es la labor de las utopías, sin embargo nunca existió un mito que, como este, se desgastara de manera tan rápida. El catolicismo, aun medio milenio del fin de su imperio, sigue derramando rentas y fieles seguidores, igual que las mitologías griegas y romanas lo hicieran en su momento. La razón: el campo teórico fue abandonado.
Hasta los anarquistas siguen dando cátedra de economía, filosofía, política, etc; en las más importantes universidades del mundo. Los últimos nombres sobresalientes de la disidencia intelectual son abiertamente anti-estado y sus doctrinas son la base del movimiento político social desde hace al menos medio siglo. Aquellos teóricos que son contratados para asesorar al estado en declive, se limitan a redactar recetas de emergencia y planes para esperar el giro de la mala fortuna.
Para dejar claro mi punto hablaré en términos de programación, tan populares hoy en día. Nuestro sistema, el estado, se dirige a la irremediable descomposición, pues carece de soporte técnico; sus escasas actualizaciones son parches que producen fallos mayores, hechos a la medida de equipos aislados y caducos, que se comunican con el resto del mundo por medio de un lenguaje infectado y obsoleto.

lunes, 18 de febrero de 2013

Linchamiento.



‎"hay una parte psicótica, más específicamente núcleos psicóticos en nuestra personalidad, que siempre permanecen; son una herencia del estado de simbiosis originario, separados- “clivados”- de la parte más evolucionada o madura de nuestra personalidad. La parte inmadura, sincrética de nuestra personalidad es depositada en las instituciones" José Bleger



Para mantener el monopolio de la justicia, el estado necesita mantener el monopolio de la razón; el primero como potencia, el segundo como valor adquirido. En este sentido, las instituciones, junto con el voto, parecen ser el pilar central para sostener la credibilidad del sistema-gobierno. Pero las instituciones existen antes que el enredo burocrático: fenómenos asociados al desequilibrio emocional, la identidad, la pertenencia grupal, etc, instituyen en el entorno social un acuerdo tácito, una ley no escrita que garantiza la seguridad de cada individuo en tanto que recupere y se adhiera al código del grupo. La moral y el prejuicio son instituciones naturales que, en sociedades tribales, han marcado la linea definitiva para delimitar la invasión cultural moderna e ilustrada. Por eso el Estado debe contra atacar y dirigir su terrorismo educativo hacia esas formas de resistencia y pasarlas al lado malo de la dicotomía judeocristiana. La satanización de prácticas como el linchamiento, ocultan una parte esencial de la identidad cultural, que vale la pena revisar. A continuación describo el fenómeno del linchamiento, más allá del amarillismo del que ha sido investido, y estoy seguro que le sorprenderá por su familiaridad.

La justicia primitiva (llamada así por la ilustración totalitaria) suele dar castigos leves, amistosos en comparación con el sistema carcelero civilizado. Por ejemplo, entre las comunidades indígenas del estado de Guerrero, en México, a un asesino se le condenaría a mantener a los hijos de su víctima, dándoles a los huérfanos la atención que debió darles el padre asesinado. Otros castigos comunes entre comunidades indígenas y tribus, consisten en jornadas de trabajo simbólicas, o simples disculpas. Castigos benévolos que contrastan con sucesos aislados y de una violencia contundente, mejor conocidos como: Linchamiento. ¿Cómo es que en sociedades de convivencia, caracterizados por su armonía, se puede cruzar esta linea y alcanzar expresiones sanguinarias? Expresiones de las que suelen ser testigos todos sus miembros, desde los infantes hasta las tatarabuelas. Veámoslo de forma cronológica:
Para la comunidad, lo más importante es conservar el acuerdo de unidad, pues al no existir un liderazgo contundente y absoluto, el poder se dispersa entre las voluntades aisladas, sujetas a los cambios de ánimo y percepciones particulares. De tal modo que se ve comprometida, la confianza. Así, los castigos antes mencionados, no dependen de una condena rigurosa, sino de una fe rigurosa en que el sujeto de la condena cumpla con su palabra. Como garantía queda la mirada de cada miembro de la comunidad, la memoria y su vigilancia. Se trata de un contexto que va más allá de la presunción de inocencia, pues no pretende corregir al individuo, sino conservar el equilibrio del conjunto.
En este escenario, y dada la diversidad humana, pueden coexistir las más variadas actitudes, conductas y relaciones; moduladas exclusivamente por la tolerancia. Confianza y tolerancia frente a cada sujeto; filtrados día a día por la convivencia. Mientras la tradición Europea basa este equilibrio en la paja del ojo ajeno, la tradición indígena americana se concentra en la acumulación de vivencias en torno a un sujeto; en la acumulación de miradas en torno a una conducta; en lugar del prejuicio, el sentido común.
No olvidemos que hablamos de conductas criminales, de seres imperfectos, viciosos. Recordemos también que no hay seres perfectos, que es delgada la línea para atravesar. Esta es la circunstancia primordial. Todo individuo es juzgado por individuos, tan propensos a cruzar el margen de lo permitido como él mismo. Por eso se establece la discreción en el uso de la justicia y la reserva en la emisión de juicios: de acusaciones.
Antes de pasar a una descripción más específica, he de plantear la siguiente pregunta: ¿Quién es sujeto de un linchamiento? Cómo ya hemos visto, el asesinado parece no ser una ofensa suficiente, pues puede remediarse si el asesino se compromete a resarcir su mal, por medio de sustitución de las responsabilidades de la víctima, en su propia persona. Pero hay crímenes con los que la comunidad no se muestra tan tolerante, como es el caso de la violación. El abuso sexual y, más específicamente, en contra de menores.
Las historias de abuso a menores suelen suceder en la oscuridad, sin testigos, enmarcadas por el miedo. Pueden pasar desapercibidas por varios años, en tanto las víctimas son capaces de reconocer la agresión, y toman el valor para denunciarlo. Se ha difundido la idea de que un linchamiento ocurre a la más mínima provocación, al grito de: ¡Me violaron! Salta una manada de humanos, como si se tratase de animales acorralados, fieras presas de una psicosis colectiva. No hay en todo el reino animal una conducta de este tipo (a menos que sea inducida por la domesticación); entre los hombres tampoco (excepto entre los ejércitos y fuerzas estatales). La larga descripción de valores antes enunciada, revela una justicia más bien lenta, dudosa. Revela una actitud cotidiana verosímil: 
Una niña, agredida de manera cotidina y repetitiva, se atreve por primera vez a mencionar su vejación a su propia madre. ¿Cuánto tardará esta en comprender que lo que denuncia su hija es verdad? ¿Cuánto en denunciarlo? ¿Ante quién? Recordemos que la justicia comunitaria no posee oficinas ni oficiales; su representación está en cada individuo. El hermano de la madre puede ser el primer receptor de la noticia. Éste, tendrá que juzgar a su hermana, considerar si es digna de confianza, si su historia habla de una persona creíble, si sus palabras, si su tono de voz, si sus lágrimas, presentan una denuncia verídica. El hermano se verá tentado a obedecer los lazos sanguíneos y salir en busca de venganza; a cometer un asesinato, y puede que se equivoque, pero esto no sería un linchamiento. El hermano sería visto por la comunidad como un criminal y tendría una deuda con el equilibrio de esta. Supongamos ahora que no ha habido una sola víctima. Los desequilibrios mentales, las desviaciones, suelen ser conductas compulsivas, incontrolables para quien las comete; suelen repetirse y acrecentarse por la falta de corrección: suelen volverse crónicas. Una denuncia aislada: ¡Me violaron! puede no tener efecto alguno en medio del desierto, pero si la planicie está poblada por otras víctimas, por otras madre, por otros hermanos, tíos, tatarabuelas, cuya indignación se multiplica, cuyo juicio se reafirma en la suma de testimonios espeluznantes, entonces tendremos un linchamiento, y todas sus consecuencias.
La justicia "primitiva" es a prueba de burócratas, de jurisprudencias, de procedimientos adecuados. Es el poder repartido de forma equitativa y sí, es irracional. 



lunes, 4 de febrero de 2013

Chaca es chido

La educación aburguesada, que la SEP ha inculcado a todos los estratos de la población, se traduce en antagonismo por la propia cultura. Mientras, por un lado, se pretende celebrar las "raíces indígenas"(raíces cercenadas por la desmemoria y enterradas por la ignorancia), por el otro se desprecia todo lo que esté relacionado con la vigencia de la cultura indígena.

Un ejemplo: el Anáhuac, territorio indefinido por la geometría euro-centrista (léase: cartografía), pues no se trata de una extensión de tierra, sino de un área de influencia cultural, delimitado por la lengua madre: el nahuatl. Esta área, cuya presencia se muestra de manera más clara al centro del país, coincide con los dominios del imperio Azteca y con los grupos étnicos que aliarían a los españoles para desventaja de los primeros. Los "Ñeros", contrario a la creencia popular, no son exclusivamente chilangos. El modo de hablar que identifica a una cultura de dudosa procedencia, mantiene su influencia dentro de los mismos límites que antes definieran a ese indefinible Anáhuac  No obstante la clara aceptación que muestran indígenas de todo extracto y toda latitud dentro y fuera del territorio nacional, por este dialecto sincrético-modernista, la media-educacional  (a falta de clase media) apoyada en los medios masivos de comunicación, muestra su rechazo de manera reiterada y genofóbica, por medio de apodos que llegan a ser, entre la media-educacional, mucho más populares que el original "Ñero"; apodos tales como "Naco" o "Chaca" permean el odio al frente de la conquista cultural.

Para la "media", resulta harto difícil llamar a las cosas por su nombre. Los ñeros se auto nombran ñeros y se enorgullecen de ello (existen, por supuesto, excepciones afectadas por la enajenación educativa). El otorgar un  sobre nombre es, además del frente de la conquista cultural, un lugar de seguridad para quien lo pronuncia, un puesto de control. Palabras como naco o chaca son aceptadas de inmediato por el real y académico español, mientras que los vocablos ñeros tardaron cientos de años en introducirse al lenguaje oficialista.

Al contrario de la agresividad militar con la que el español aplasta a sus enemigos lingüísticos, el ñero seduce desde la resistencia, introduciéndose en los lechos de las señoritas educadas sin que estas se percaten del momento en que su boca fue invadida por expresiones tales como: Chale, chido, chingón, etc. De ahí que durante los ochenta se acuñara la popular frase "naco es chido", como una invitación al reconocimiento propio, al reencuentro con la sangre y la piel.

Aunque, cabe aclarar, sólo lo ñero es auténticamente chido.

jueves, 17 de enero de 2013

Textos en línea (en construcción)

http://bibliophiliaparana.wordpress.com/
El enlace conduce a una página que permite la descarga de textos contemporáneos de importantes autores, con el que puedes contribuir haciendo publicaciones dentro del mismo criterio. Echa un vistazo para descubrir su gran acervo.

martes, 8 de enero de 2013

Nepotismo en las venas

El criticar al estado, mientras se vive del estado, no es el problema en si; podría considerarse, a nivel general, como una suerte de auto critica.
Lo que pasamos siempre por alto, son los factores humanos: la empatía, la simpatía, el sentido de pertenencia tribal, etc; olvidamos que para ocupar un puesto, para adquirir una tajada del presupuesto, vale más la afinidad que la equidad. Esto no siempre pasa por el marco del nepotismo, pero aún cuando se da el caso, el burócrata arrogante imaginará que ese nepotismo es necesario para el funcionamiento de la maquinaria. Y puede que tenga razón.
El individuo afín al pensamiento progresista, al positivismo utópico, suele pensar en el pueblo, en la masa, como un rebaño al que hay que conducir. De tal suerte que se ve a si mismo como director del destino. Entiende que hay algo que no funciona en el aparato estatal y trata de transformarlo a fuerza de martillazos. Durante su aventura se encontrará con múltiples resistencias, a veces racionales, a veces instintivas, que se transfigurarán, en su imaginación, en los enemigos de la libertad. Tomará estas últimas lineas como propias y encontrará, en la generalidad, el mejor pretexto para el totalitarismo. Al final le quedará su egoísmo desnudo.
Este sujeto critico, activo, revolucionario; es, más que cualquier otro, el individuo estado. Un ser cuya mente es capaz de justificar, con toda autenticidad, la construcción interminable del poder.
Los hay con familiares y amigos, con un contexto cultural mamado, sin posibilidad de cura. Los hay talentosos escaladores, nobles en cuerpos de mortales, cuya cuna fue un error de la cigüeña. Al final se encuentran en el destino manifiesto: dios los hace.
Cuando entendemos esta naturaleza, este antagonismo innato disfrazado de buena compasión cristiana, vemos con claridad que su critica no es sino la materia que renueva el aparato de opresión.

viernes, 4 de enero de 2013

Cosas Buenas

Este corto es una profunda reflexión sobre la capacidad de amar, y una mirada al mundo de la discapacidad, específicamente, de los sordos. Se los comparto y espero que lo disfruten.
Como vimeo y blogger no son amigos, para ver el video sigue el enlace: