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sábado, 29 de junio de 2013

La buena educación de los conquistados.


La ignorancia de la clase media en el subdesarrollo, se manifiesta continuamente en su insistencia por corregir cuestiones aparentemente irrelevantes como la ortografía, la historia o la cultura, en lugar de tratar de corregir cuestiones directamente relacionadas con la miseria de las comunidades a las que pertenecen. Para entender el fondo de esta conducta debemos revisar la historia de los países conquistados y su evolución en el contexto contemporáneo.
Ya desde la expansión del imperio persa, los militares mahometanos  establecieron el dictamen de la cultura como parte de la estrategia para someter a los pueblos conquistados, estableciendo la estructura piramidal dentro del orden social y formando un culto exagerado en torno al idioma del imperio. Muchos siglos más tarde, el expansionismo inglés retomó aquellas viejas prácticas, en la conquista de la India y el África. La base de la estrategia consistía en la creación artificial de una clase media (como las tradicionalmente establecidas en europa), que sirviera para lubricar la transformación de pueblos en resistencia a súbditos tributarios: una clase subvencionada para abandonar sus tradiciones en favor de los intereses invasores. Para conseguirlo, instauraban en el país sometido el instrumento de manipulación europeo por excelencia: la educación oficial obligatoria. El plan de estudios, que llegó a contar con algunos postgrados, daba por descontada la educación tecnológica y científica, concentrándose en las humanidades. De este modo, la pequeña elite prefabricada se hallaba completamente familiarizada con la lógica y el idioma de la ley a la que habrían de someterse y someter a su pueblo; desconocían los medios para combatir la pobreza de su propio pueblo, pero podían discutir, con perfecta lógica, la obra de shakespeare o la guerra del rey alfredo; ignoraban por completo la problemática de campesinos y marginados, pero eran capaces corregir su ortografía.

Los conquistadores españoles no pudieron contar con el desarrollo teórico inglés (pues existieron mucho antes que éste se documentara), pero habían aprendido las técnicas imperiales musulmanas de primera mano, mediante el propio sometimiento. El estilo misionero de colonización está impregnado de aquel pragmatismo, donde las salvajes danzas indígenas, ligadas a la astronomía y a la producción agrícolas, fueron sustituidas por bailables alusivos a la lucha entre moros y cristianos; los estilos de tarjetería española, perfeccionados por los indígenas del Anahuac para la elaboración de sus figuras de palma, son mencionados en cuentos populares y sobreviven junto a la pobreza de los artesanos. Sin duda el rasgo más importante de la labor católica en la conquista de américa, fue la decisión de tratar a los nativos como si fueran "menores de edad", cuyos efectos fueron los más duraderos en la historia de la conquista de los pueblos, después del propio dominio de las tierras católicas por parte de los árabes.

El avance del capitalismo fue posible gracias al previo establecimiento del imperialismo cultural. Hoy la industria localizada ha sido sustituida por la maquila, apoyada por el copyright y la patente. El costoso sistema educativo se vuelve obsoleto, pues las labores obreras ya no requieren de más de seis meses de entrenamiento, y los dispositivos inteligentes, junto con los videojuegos, son los materiales propedéuticos más eficaces. La estructura piramidal y la clase mediadora han perdido importancia y amenazan con desaparecer. La compulsiva obsesión por proteger el lenguaje y la escritura de los conquistadores, no es sino el pataleo de una especie en vías de extinción.

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