Durante la invasión de los turcos al occidente europeo, dentro de la estrategia militar se tomó la decisión de crear una clase privilegiada entre los nativos ibéricos, para repartir la carga de la administración con los invasores. Esta clase dominante, extraída artificialmente del resto de la población, fue instruida en el idioma de los invasores de forma privilegiada, logrando con esta acción, la separación definitiva de individuos del mismo grupo étnico, en favor de la colonización. Este es el primer registro que se tiene de la educación pública.
Más tarde, durante los primeros destellos de la revolución industrial, aquella maravilla del progreso que desembocaría en la ilustración, sucedió un pequeño inconveniente. Las maquinas tejedoras de lana, apoyadas en la explotación y el monopolio, no podían competir con los precios de la seda hindú, fabricada artesanalmente en pequeñas granjas autónomas. Por fortuna para la evolución capitalista del hombre civilizado, confluyeron varios factores en ese periodo histórico: en Prusia se perfeccionaba el sistema educativo como forma de control y base ideológica del estado, la India estaba fragmentada por los intereses de brahmanes hambrientos de riquezas y las flotas de corsarios al servicio de gran bretaña se hallaban en su momento de esplendor. Una intervención conjunta entre las misiones religiosas y las fuerzas militares, creó con rapidez elites que manejaban una excelente ortografía inglesa y recitaban de memoria a Shakespeare, pero carecían por completo de todo conocimiento científico, técnico o acerca de la agricultura.
Este sólo es un par de ejemplos entre muchos, como la conquista de América, donde los universitarios gastan el tiempo en corregir la ortografia de la masa, pero no saben como responder al problema de la pobreza. Desde esta historia de la educación, invitó al lector a comparar las doctas propuestas con que Lomnitz se dirige al movimiento magisterial de la CNTE, y cuales son las respuestas de la chusma enardecida. El escrito original fue publicado en el periodico La Jornada (http://www.jornada.unam.mx/2013/08/21/opinion/019a1pol) e incluye los comentarios de varios integrantes del movimiento magisterial, que la publicación en internet abre al público en general, he dejado también los comentarios del resto de participantes para un análisis más profundo.
Formas de la resistencia magisterial
Claudio Lomnitz
Escribo estas líneas desde la ciudad de Oaxaca, habiendo leído los periódicos del martes, acerca de los choques entre maestros de la sección 22 del sindicato de maestros (de Oaxaca) y la Policía Federal, delante del Congreso de la Unión. Mi tema de hoy no es el contenido de la reforma educativa y de las leyes secundarias que aprobó el Congreso el lunes, sino que se dirige únicamente a la forma de la resistencia magisterial. Divido mi opinión en cinco puntos.
1. La pobreza de la calidad educativa es un problema del país, y no sólo de los maestros. Importa comenzar reconociendo esto, porque las manifestaciones en curso tienden a exponer la falta de educación de los maestros, facilitando así que el resto de la sociedad vea sólo la paja en el ojo ajeno. Vale la pena comenzar recordando que quizá los maestros no sean mejores que el resto de la población, pero tampoco son tanto peores. Por ejemplo, el periódico La Razón publicó recientemente que los nuevos libros de texto gratuitos aparecieron con más de 80 errores de ortografía. Por otra parte, tenemos ya varios sexenios de conocer los hábitos de lectura de nuestros presidentes, y no hay ahí demasiado de qué ufanarse… Y los gustos del empresariado tampoco es que sean impecablemente exquisitos; recuerdo siempre al periodista Galo Gómez, que en paz descanse, que decía que el flamante edificio del periódico Reforma, en la ciudad de México, era un ejemplar magnífico de una arquitectura muy popular entre el empresariado regiomontano: el Durazo tardío...
Reconozcamos, entonces, que el problema de la educación es de la sociedad entera, y no únicamente del magisterio.
2. Sin embargo, los maestros no han aprendido aún a verse a sí mismos como líderes en el rubro de la educación. En vez, tienden a verse como síntoma o efecto de las malas políticas del Estado y de las carencias generales de la sociedad. Los grupos de maestros más combativos se enorgullecen, no sin razón, de ser luchadores –y vaya que lo han sido–, pero imaginan que su labor se debe dirigir primero a resistir las políticas del Estado, para que un buen día un nuevo Estado, un Estado bueno que vele por los verdaderos intereses del pueblo, los venga a redimir.
Hay ahí, me parece, una opinión exagerada del poder del Estado. Se trata de una deformación o ilusión que ha sido fomentada desde el propio Estado, que ha sido el principal responsable de reducir al magisterio a ser brazo de la integración nacional, antes que en ser un cuerpo comprometido a ultranza con la formación de conocimiento en los niños…
Si la sociedad toda tiene un problema educativo, el Estado también lo tiene. Por eso, el magisterio debe mirar a su alrededor y darse cuenta de una buena vez de que la sociedad y el Estado cuentan con ellos para ser los líderes en el tema de la educación. Los maestros tienen que asumirse como los encargados de la educación, y no como víctimas de la falta de educación del Estado. Si ellos no se preparan como líderes, nadie les va a conceder ese papel.
3. Reconocerse líderes implica separar la lucha por sus causas gremiales de su papel como educadores, y mantener siempre intacto el papel de educador. Los estudiantes deben ser siempre aliados de los maestros, y nunca sus rehenes. Los maestros no deben nunca sacrificar la educación de sus estudiantes a cambio de sus causas gremiales, por justas que éstas sean (y, frecuentemente, son justas). Las batallas de los maestros las tienen que ganar sus alumnos, y los padres de sus alumnos. Las tiene que ganar la sociedad.
Esto representa un problema político inmediato para los maestros, porque la estrategia que señalo tarda algunos años en comenzar a funcionar –los maestros se tienen que ganar el agradecimiento, el respeto, y aun el liderazgo en sus pueblos y colonias, y eso tarda, y significa que se pueden perder algunas luchas gremiales a corto plazo. Sin embargo, valdría la pena pensar en si vale la pena ganar luchas a costa de darle la puntilla a la imagen pública del magisterio. Eso difícilmente se recupera.
4. Los métodos de la lucha magisterial deben ser consonantes con la función educativa de los maestros: hay que luchar enseñando. Los maestros deben aprender a luchar con las armas propias de su profesión: dando ejemplo de educación, en vez de retratándose a sí mismos como víctimas de la falta de educación. Para esto habrá que idear formas de resistencia basadas en el respeto –dar un no absoluto a la violencia. No a portar palos. No a fracturar huesos de policías, aunque sea en defensa propia.
¿Existen formas de resistencia que se basen en educar a la sociedad? Desde luego que sí. Lo primero –que se ha hecho demasiado poco– es librar una batalla de inteligencia por la opinión pública. ¿Es mala la reforma educativa? Hay que explicar por qué, y hay que proponer alternativas mejores. Esto último importa, porque si se hace una lucha que mucho rechaza y poco propone, el magisterio será percibido como esencialmente conservador –y la educación es siempre progresista.
La lucha tendría que dirigir sus esfuerzos a las asociaciones de padres de familia, a la prensa, a los congresos locales y de la unión... Tendría que llevarle siempre la delantera a la SEP –ser los primeros en corregir sus errores, en proponer soluciones mejores y más justas. Que quede claro que los maestros son los primeros interesados en mejorar la educación en este país.
5. Por último, el magisterio debe evitar que su lucha se transforme en una impugnación abstracta del neoliberalismo. Los maestros de los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán alegan que la reforma educativa es contraria a los intereses de comunidades indígenas y que fomenta la competencia en lugar de la cooperación. Creo que tienen algo de razón. Pero el desarrollo de una alternativa, formulada desde el magisterio tiene que partir también del reconocimiento de que las comunidades del sur mandan un enorme contingente de población al norte –a Estados Unidos principalmente, y a la frontera norte. Ahí, importa, y mucho, que los jóvenes sepan leer y redactar, sumar y multiplicar, que sepan algo de historia y de geografía, etcétera. Es decir, que las medidas de la OCDE tienen también alguna relevancia en Guerrero y en Oaxaca. Ojo, tener relevancia no implica que su normatividad debe ser la única, ni la principal. Pero darle la espalda a la estandarización educativa tampoco va a funcionar.
Comentarios de los lectores de La Jornada:
Buen día
Genaro Guerrero Martínez
Esto me suena como "Si te abofetean..pon la otra mejilla". No importa que televisa manipule la información..tu sigue viendo telenovelas...ah. pero critícalas...
¡FACILITO!
josé zenil
Sentado cómodamente en un escritorio, es muy fácil hacer este tipo de análisis. Se critica al pequeño contingente de maestros que trata de detener las medidas en contra de la educación del pueblo y nada se dice de aquéllos que sumisamente han tolerado el sindicato charro y la improvisación y simulción de las autoridades educativas que tienen en condición lamentable la educación y de lo cual, quieren ahora culpar a los maestros."La lucha tendría que dirigir sus esfuerzos a las asociaciones de padres de familia, a la prensa, a los congresos locales y de la unión" Su consejo, suena bien, pero luchar contra el monstruo televisivo, educar a las asociaciones de padres ya controladas en cúpulas y contra los legisladores locales y federales, de carro completo del PRI en Hidalgo, sería tarea de gigantes... Y los profes no lo son.¿No sería más fácil aconsejarles que sigan el ejemplo de Cristo?
DE LA CNTE EN SI A LA CNTE PARA SI
Alfonso Serrano
Excelente trabajo de C.L. ofrece al magisterio una perspectiva proactiva de la lucha y sugiere muchas reflexiones. Está claro que los profes en lucha tiene la razón; sin embargo, ésta no basta ya que es obvio que perdieron la brújula y solo están actuando en forma defensiva y con eso se condenan al fracaso permanente (aun en el caso de triunfar)ya que siempre estarán a la zaga de los acontecimientos; siempre ariscos, esperando la próxima agresión de los charros o de las autoridades. Además, y muy importante, se están aislando cada vez más del contenido social de su trabajo para sumergirse en sus intereses gremiales inmediatitos.
el tal Claudio...
Simón
Pues.... ¿No será el tal Claudio asesor para asuntos del aggiornamento de la Iglesia católica?...porque con esa mbiguedad que parece que dice que sí, pero siempre no, lo único que queda claro es su disimulado cinismo al no reconocer que la responsabilidad social de la educación es mostrar justamente que es asunto estructural, integral, y que dar ejemplo de rebeldía y de lucha es su fundamento ético básico.
al reves
vevo
de acuerdo en los 3 primeros puntos, pero no en el 4: mas que luchar enseñando, creo que se debe Enseñar Luchando: a veces tendras que rifartela contra los policias y demas gorilas mandados por el "gobierno", a veces la lucha tendra que ser violenta, o dime: ¿quien ha ganado jamas una pelea sin meter las manos? pero a pesar de todo sigues siendo profe al fin, eso nadie nos lo podra quitar jamas.
parrafo 4to.
rosa margarita quintana
el parrafo 4 en el último punto se lleva a cabo hay congresos de educacion donde los maestros hacen propuestas tanto a nivel local como nacional PERO NUNCA SON TOMADAS EN CUENTA. el maestro frente a grupo sabe la realidad socioeconomica de cada alumno. los politicos estan comodamente en sus oficinas copiando propuestas de otros paises que no son acordes a nuestra realidad.
¡Un análisis muy lúcido!
jaime vera amaya
Me parece fundamental sobre todo la idea expresada de que el MAESTRO debe volver a ocupar su lugar de líder de las comunidades para que éstas hagan suya su lucha y eso solamente podrá lograrlo volviendo a interesarse por el NOSOTROS, se ha abstraido de los problemas comunales obsesionado solamente por preservar sus prebendas, olvidando que la verdadera fuerza se obtiene con el acompañamiento de TODOS.
Resistencia Magisterial
Gilberto López Bautista
En cuanto a rendimiento. ¿ cuál es la diferencia de rendimiento profesional entre los maestros en resistencia y los institucionales de la maestra Gordillo? ( que por cierto están quietecitos y calladitos ). sobre los 5 puntos de reflexión anteriores, sólo quiero decir que tierne más de bondad,ilusión y de buenos deseos. las luchas sociales se convierten en acciones prácticas cuando se vulnera lo más preciado del ser humano, como es el derecho al trabajo.La Ley del Servicio Profesional Docente legalmente degrada al ser humano; que en este caso es el MAESTRO. y de paso a la familia de cada uno de ellos. Qué contradicción señores: el maestro hablando de justicia social, de respeto a los derechos humanos con sus alumnos y el Estado Mexicano lo arrincona en el nivel de lumpeproletario. el maestro no puede esperar que del " cielo " le llegue la justicia; debe crearla, construirla y para eso debe luchar. La Independencia, La Reforma y la Revolución de 1910,son producto del abuso del poder.
Es usted muy tibio Claudio Lomnitz
Lázaro
Señor claudio Lomnitz dice usted que los maestros deben contra argumentar la contrarreforma educativa y deben: "... proponer alternativas mejores". Quiero recordarle que los maestros ya lo hicieron en sus foros educativos a los que convocaron y en los que participaron connotados investigadores de la educación como Hugo Aboites. Sin embargo, los maestros estan enardecidos porque en la aprobación de las leyes secundarias de educación ninguna de sus propuestas ha sido consideradas. El PRI gobierno y partidos paleros en toda su tradición salinista, ni los ve ni los escuchan. Estas expresiones violentas son consecuencia de un país donde no existe la democracia, donde a través de los medios masivos comerciales de comunicación solo se escucha la voz de los poderosos. A que sociedad se refiere usted? La sociedad burguesa va escuchar a los profesores disidentes. Esta usted equivocado. Le hago una pregunta ¿Por qué la educación oficial que imparte el Estado en ves de liberar al mexicano lo domes
Claudio Lomnitz es tibio
Lázaro
Continuo señor Lomnitz, pergunta era ¿Por qué la educación oficial en ves de liberar al mexicano lo domestica? Si las cosas siguen así estamos al borde del estallido social. En apariencia no pasa nada, pero tarde o temprano las cosas caen por su propio peso.
Comentario
Garrik
Mas que decir en que puntos estoy de acuerdo o no, me preocupa mucho los comentarios ofensivos que he leído. Para empezar, los invito a todos los lectores a que investiguen la carrera del Dr. Lomnitz para que sepan quién es la persona que está escribiendo. Segundo a que si van a comentar algo, ya sea a favor o en contra, sea con argumentos; el poner comentarios ofensivos sólo lleva a un círculo de ofensas. Saludos Dr. Lomnitz y solo le quiero decir es que estoy de acuerdo con usted y espero que algún día lo pueda conocer en persona.
se requiere accion, no solo retorica.
Morales Aymma
y que acaso el magisterio no ha dado muestras de ser propositivo haciendo foros, mesas de discusion y analisis y condensando los mismos en propuestas que han sido cinicamente ignoradas por los legisladores y gobierno?, siempre en aras de imponer su reducida vision mercantilista de la educacion y no la opinion, sentir y experiencias de quienes viven dida a dia la realidad en las aulas y la sociedad. Los profesores no pueden quedarse solo viendo como les imponen politicas regresivas y ellos en sus comunidades haciendo el esfuerzo de educar a niños provenientes de condiciones poco favorables para la educacion. El ejemplo a los gobernantes en nada les interesa, obedecen a otros lineamientos, los del capital.